Escapulario Virgen del Carmen

Uno de los escapularios más famosos que conocemos es el escapulario de la Virgen del Carmen. Quizás lo que te vamos  a contar no tiene nada que ver con lo que conocías hasta ahora como escapulario, y es que lo que conocemos como escapulario en la actualidad tiene un trasfondo histórico.

Sigue leyendo si sientes curiosidad sobre su historia.

El origen de los Escapularios

El escapulario del Carmen es el signo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Virgen María mediante la inscripción en la orden Carmelita, y disfrutar de su protección maternal.

Este escapulario es considerado un signo sacramental desde el Concilio Vaticano II, es decir, un signo que ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Predispone al amor del Señor y al arrepentimiento si se recibe con devoción.

El origen del escapulario del Carmen data de finales del siglo XII o principios del XIII cuando nacía en el monte Carmelo (Palestina) la Orden de los Carmelitas, que pronto tuvieron que emigrar a Occidente, donde tampoco fueron muy bien recibidos. Ante esta situación, el Superior General de la Orden, San Simón Stock, suplicó a la Santísima Virgen su ayuda con la siguiente oración:

<<Flor del Carmelo viña florida esplendor del Cielo Virgen fecunda ¡oh madre tierna! Intacta de hombre a los carmelitas proteja tu nombre. Estrella de mar>>

Escapularios de la Virgen del Carmen

En 1251, la Virgen María acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a San Simón Stock, con el escapulario de la Orden en sus manos, y le dijo “Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio de quien muera con él no padecerá el fuego eterno”; en conclusión: quien muera con el Escapulario, se salvara. 

¿Cuál es su significado?

Debemos saber que tiene un sentido de pertenencia a la Orden del Carmen. Quien viste un escapulario debe tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de seguir sus virtudes, su vida y actuar como ella.

El escapulario del Carmen es un memorial de todas las virtudes de María y además se reconoce un espejo de humildad y castidad.

  • Solo se bendice el primer escapulario. 
  • Los escapularios ya gastados, si han sido bendecidos, no se deben tirar a la basura, sino que se pueden enterrar o quemar en señal de respeto.
  • Puede ser dado a un no católico.

El escapulario de la Virgen del Carmen en forma de medalla

Es cierto que cada escapulario tiene sus particularidades o privilegios, pero todos pueden sustituirse por la medalla-escapulario. Un objeto más conocido por todos ya que cualquiera puede hacerse con ella.

La medalla escapulario debe tener una cara con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y por la otra una imagen de la Virgen en cualquiera de sus advocaciones. Si quieres comprar un escapulario de la Virgen del Carmen, en Mi medalla podrás encontrar muchos modelos en plata o en oro.

Escapulario de oro bicolor de Mimedalla.es

Las medallas tienen un contexto diferente al de los escapularios originales. Las medallas pueden ser portadas por todo aquel que sienta la necesidad o quiera portarla. Aunque  normalmente son personas creyentes los que se hacen con estas joyas debido a su devoción por la Virgen María.

Ahora que sabes todo sobre los escapularios y cuál es su verdadera historia, puedes hacerte con uno y portarlo sabiendo su verdadero significado y lo que eso representa.

Oración a la Virgen del Carmen

Oh Virgen del Carmen, Madre amorosa y protectora,
te suplicamos que nos cubras con tu manto sagrado
y nos guíes siempre por el camino recto de la fe y la humildad.

Te pedimos que nos ayudes a vivir en constante unión con tu hijo Jesús,
y que nos concedas la Gracia de llevar una vida llena de virtudes.

Oh Virgen del Carmen, intercede por nosotros ante tu Hijo Jesucristo,
y haz que siempre tengamos la fuerza y el valor
para enfrentar las dificultades y las tentaciones de la vida.

Ayúdanos a llevar con dignidad el Escapulario,
como signo de nuestro compromiso con la fe y la devoción a ti.

Que siempre tengamos presente tu amor y protección,
y que nunca nos apartemos del camino.

Amén

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