San Cristóbal: El patrón de los conductores

San Cristóbal es un Santo muy conocido en España. Se le considera el patrón de los conductores y motoristas, y es habitual que estos porten sus imágenes en los vehículos de todo tipo. Su imagen va representada junto a la del Niño Jesús a sus espaldas.

Venerado igualmente por la Iglesia Católica y la Ortodoxa, se desconoce su fecha de nacimiento y muerte, aunque su vida transcurrió en torno al siglo III en torno a Asia Menor. Pese al halo de misterio que rodea a este personaje y su leyenda, es una de las figuras más características del cristianismo. De estatura elevada, cuerpo corpulento y de gran fuerza, la leyenda narra que se ganaba la vida de porteador, es decir, transportando a gente de una orilla a otra del rio a cambio de monedas.

La leyenda de San Cristóbal

De acuerdo con la leyenda, San Cristobal quién inicialmente se llamaba Reprobus, fue a servir al “rey más grandioso que existiese”. Tras conocerlo y ver que este se ponía a temblar con la sola mención del diablo, decidió servir al diablo, pues era un ser que hacía temblar al mismísimo rey. Pero en el camino de búsqueda del diablo, pudo comprobar que el diablo tenía miedo de Cristo. Esto le hizo replantearse el sentido de su búsqueda, y decidió servir a Cristo. Acabo su camino junto a la orilla de un río, donde decidió que la mejor manera de servir a Cristo era ayudando a la gente a cruzar ese peligroso río.

Un día tenía el deber de cruzar el río con un insignificante niño cargado a sus espaldas. Cuando estaba por la mitad del recorrido, San Cristóbal notó que el peso del niño aumentaba considerablemente, dificultando el llevarlo a la otra orilla. Tras mucho esfuerzo, consiguió dejarle al otro lado. Casi sin fuerzas le pregunto “¿Quién eres niño, que me pesabas tanto que sentía que estaba cargando con el mundo entero?” a lo que el niño le contesto: “Tienes razón, peso más que el mundo porque yo soy el creador del mundo, yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado”. Fue entonces cuando Cristo le dio el nombre con el que se le conoce: Cristóbal, que significa “El portador de Cristo”. Cristo le exclamó que a cualquiera que ayudase a cruzar el río, le estaría ayudando a él.

Finalmente fue bautizado en Antioquía, y se embarcó en una peregrinación a Licia y a Samos para predicar la palabra de Dios. Allí no tardo mucho en ser encarcelado por el Rey Dagón, quién estaba a las órdenes del emperador Decio. Las numerosas torturas que le masacraron no consiguieron que Cristóbal renunciase a Cristo, por lo que fue Dagón ordenó decapitarlo.

¿Por qué es el patrón de los conductores?

Su entrega en la obra de ayudar a la gente a cruzar el peligroso rio  inspira seguridad y confianza a los conductores, la misma que aquellos que querían cruzar el río depositaban en él. Más allá de inspirar en la conducción y estar presente en miles de vehículos, San Cristóbal ha inspirado a poetas modernos de la talla de Antonio Machado o Federico García Lorca. Podemos observar representaciones suyas en muchas iglesias de España, entre las que destaca la Catedral de Toledo. Pintores de la talla de El Bosco o Goya también han representado a San Cristóbal sobre el lienzo.

Medalla de San Cristóbal creada a láser

Día de San Cristobal

La Iglesia Ortodoxa venera a San Cristobal el día 9 de mayo, en las lecturas litúrgicas narran los acontecimiento previos a su ejecución, y como Decio trató sin éxito de corromperle con rameras.

El 25 de julio es el día que se recuerda a San Cristobal en la tradición católica, su festividad se festeja de manera muy local, pese a que esta fue desvinculada del calendario del Rito Romano.

Oración a San Cristobal

“Bendito San Cristóbal, tú que tuviste la gracia de llevar a Jesús sobre tus hombros, pídele que nos libre de todo mal. Dame Señor mano firme y mirada vigilante para que a mi paso no cause daño a nadie.

A ti, Señor, que das la vida y la conservas, te suplico humildemente que guardes hoy la mía en todo instante.

Libra Señor, a quienes me acompañan, de todo mal: choque, enfermedad, incendio o accidente. Enséñame a hacer uso también de mi coche, para remedio de las necesidades ajenas.

Amén.”

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